domingo, 12 de junio de 2011

The beginning of something new.

Esto lo escribí el día que empecé el profesorado de inglés, allá por marzo..

      El jueves, sonó el despertador a las 8.00 a.m. Al despertarme, recordé que ese día empezaba Inglés. Aunque me costó levantarme, porque hacia frío, y mi cuerpo se veía tentado a seguir durmiendo, me levanté, café por medio, saludé a mamá, y salí. Si bien iba dormida, estaba bien consciente de que empezaba lo que más quería. Llegué, golpee la puerta mientras me acomodaba la ropa, con una combinación de ansiedad y timidez
     Entré, saludé a mis nuevas compañeras, -vale aclarar que ellas ya compartieron cuatros años juntas- , y me senté en la punta (lugar que ya es mío hasta el día de hoy). 
     No me encontré con el ambiente que imaginaba, sino con uno más relajado, y amistoso. La clase fluyó, y me sentí muy cómoda.
    Creo que el buen comienzo me asegura un lindo viaje.
    Mañana es mi segunda clase, rindo un oral. Sé que todo saldrá bien. Sino es así , aprenderé.
    Estoy feliz, porque sólo yo sé lo que esto significa para mí. ☺


Si en algún lugar, una chica está en frente de esta entrada, quiero desearle lo mejor, y decirle que aunque cueste, que siga. Vale la pena. Éxitos. 


      Ana. 

El fantasma- Árbol.


Salgo volando por la ventana 
Y tantos días quedan atrás 
Ya no me duelen todas las cosas 
Que ayer me podían molestar. 
Son cajones que se cierran 
Para que nadie los vea 
Son palabras que no pude decir. 
Pero ya no me importa 
Porque nada me toca 
Y no hay nada vivo dentro de mi 

Floto en el aire desde esta tarde 
Cuando mi cabeza exploto 
Ahora el piso es de nubes me asomo cada tanto 
A espiarte desde donde estoy 

Y veo, 
Y vuelo… 

El barrio se ilumina y la noche se hace dia, 
Brilla como un árbol de navidad 
Y estoy alto, muy alto y las luces de los autos 
Que se frenan cada tanto y vuelven a arrancar. 

Y veo…a la gente corriendo 
Como una coreografía sin fin 
Y vuelo….como en una avioneta 
El olor a fugazeta que cocina mamá, 
Y me acuerdo de aquel día en que me decías 
“si pudieras ser un pájaro que harías?” 

Ahora que floto y no siento lo que toco, 
Y la gente no me ve pasar… 
Voy a aprovechar para ir a buscarte 
Y contarte como es todo por acá 

Algunas mañana pasa la abuela Yolanda 
Y nos vamos juntos a pasear 
Y te manda saludos el marido de pocha 
Que me juega al ajedrez y no le puedo ganar 

Y dale para adelante con el pibe de a la vuelta 
Que a la tarde te paso a visitar 
Yo te digo esperando porque nada me apura 
Y algún día todos vienen para acá. 

sábado, 11 de junio de 2011

¿ A dónde van las palabras que no se dijeron?

¿ Dónde está lo que callamos? ¿ Dónde están nuestras frustraciones, nuestros rechazos, nuestros silencios? "El que calla, otorga" , se dice. Pero ¿dónde va eso callado? ¿A donde va lo que no te permitís sentir? Eso que no dijiste por miedo  al rechazo, por miedo al ridículo. Cuando cortamos con alguien , lo herimos, pero en realidad no le decimos que tenemos miedo a lastimarla.  Cuando alguien nos quiere cuidar, ponemos un escudo defensivo, cuando en realidad sentimos una gran necesidad de ser protegidos. Cuando nos ofrecen abrigo , lo rechazamos bruscamente, pero en realidad no queremos que la otra persona pase frío, porque nos sentiríamos mal si se enferma. Cuando decimos "chau" descordialmente, pero morimos por decirle que no se vaya. Lo que no decimos, se nos acumula en el cuerpo. Se transforma en una mochila llena de piedras, difícil de llevar. Lo que no decimos, no muere . Nos mata. 

Permanente Dejá Vú

¿ Qué es un dejá vú? Efrancés ‘ya visto’ Es la experiencia de sentir que se ha sido testigo o se ha experimentado previamente una situación nueva. Yo, en particular, constantemente tengo uno. Estoy en un lugar, y siento que ya estuve ahi. Hablo con alguien, y siento que ya lo hablé. A eso no me quiero referir, no soy psicóloga.  De lo que quiero hablar este domingo, ya entrada en la madrugada, es por qué siempre caemos en los mismos errores. Quisiera ser como Shakira, quien dice "de tantas veces que caí , ya sé como caer". Lamentablemente, no tengo esa suerte. Reflexiono en nuestro actuar, y es un constante dejá vú. Escuchamos la misma canción, una y otra vez. Miramos la misma foto, hasta aburrirnos. Caímos una vez, lo volvemos a hacer. Siempre tropezamos con la misma piedra. ¿No  es más fácil identificar "nuestro talón de Aquilés" , y dejar de sufrir? ¿Cuál es el tuyo? ¿Y el mío? 

Hay momentos, Guasones♥


No me despiertes cuando vengas
Y no me hables al oído
Ya no me sirven tus palabras
Apague el sueño demasiado temprano
Deje una carta en la mesa
Con muy poca lucidez
Pero el amor no se olvida
Toda mi vida rendida a tus pies
Hay momentos que no recuerdo nada
Hay momentos que no puedo olvidar
Hay momentos que por las madrugadas
Me arrepiento y empiezo a temblar
Cinco segundos de gracia
Y mil horas sin razón
Sequé mis lágrimas en espejos fríos
Y soy la sombra de ayer
Hay momentos que no recuerdo nada
Hay momentos que no puedo olvidar
Hay momentos que por las madrugadas
Me arrepiento y empiezo a temblar
No me despiertes cuando vengas
Y no me hables al oído
Ya no me sirven tus palabras
Apague el sueño demasiado temprano

Mi canción favorita, la comparto porque me describe a la perfección.

Solo con todos.



A veces , el disparador para remplatearte ciertas cosas, están en la vida cotidiana, esa que hacés mecánicamente, pero no te pones a reflexionar en qué te rodea. Estas dos semanas, en las cuales he tomado mis propias decisiones, y he andado a la madrugada por las calles, he visto cosas qué me hicieron "mover el piso". Para mucha gente, el día comienza a las seis de la mañana. Basta con caminar por la calle, que uno ve papás que llevan a sus hijitos al jardín, casi de manera mecánica, u obligatoria. No se ponen a reflexionar lo importante qué es ese beso en la mejilla, o esa sonrisa cálida al despedirlos. Nadie se pone a reflexionar, en lo qué significa para una niña que le cepillen el pelo por las mañanas, o un té caliente. ¿Por qué? Porque nos acostumbramos. Nos acostumbramos a vivir sin demostrar afecto, sin volver de nuestras rutinas con los brazos abiertos para un gran abrazo a los nuestros. No valoramos, no tenemos noción de cuánto los queremos. Nos habituamos, pero no recapacitamos el día que nos falten esos tesoros. Vi gente, abrigada, percudida del frío, que trabaja, quizá para darles de comer ese día a su familia. ¿Qué tiene de extraordinario eso? Mucho. Pocos lo tienen. Y menos lo valoran.
La mayor parte del día, estamos rodeados de personas cercanas. Pero cuando uno está mal por dentro, cuando vive constantemente con un nudo en la garganta, cuando temblamos si algo nos toca, cuando estamos al borde de una lágrima si alguien nos pregunta cómo estamos , sin afectar cuántas personas nos rodean, estamos SOLOS. Cada uno , tiene su grupo del colegio, su grupo de amigos, su grupo en el deporte, y su grupo familiar.  Pero si estás mal con vos mismo, nadie ocupa ese lugar. Podes estar en un club lleno, pero tu mente solitaria. ¿Qué nos lleva a esto? No lo sé. Si lo supiera, lo evitaría. ¿Qué dolor es el que te lleva a sentir esa inexplicable sensación? Te sentís vacío, aun en el momento más feliz
 Te vas de tu casa, extrañas tu cama. Te vas de un hotel, extrañas la comodidad. Terminas el colegio, extrañas tus compañeros. Se rompió el celular, lo extrañas. Se murió un ser querido, lo lloras. Te peleaste con un amigo, te sentís mal. El punto es, ¿ lo valoramos cuando lo tuvimos?
Estar solo , estando con todos. Cuando tocas fondo, cuando lloras sin razón. Cuando tenes un nudo en la garganta, que no se puede disimular. Cuando necesitas a grito un abrazo. Cuando te maquillas para disimular ojeras de la noche anterior, que lloraste. Cuando mojas la almohada llorando. Cuando venís en pique. Cuando ya no sabes quién sos. Cuando derrapás. ¿Por qué llegar al limite, para pedir ayuda?
No sé las respuestas. Ojalá VOS sí.